¿Alguna vez has sentido que un lugar te da la bienvenida incluso antes de poner un pie en él?
Eso es Mahón.
Si estás preparando tu viaje a Menorca, pronto lo vas a entender: el sureste de la isla tiene ese magnetismo que mezcla historia, mar y vida local de una forma difícil de explicar y muy fácil de disfrutar.
Nada más llegar, te esperan uno de los puertos naturales más impresionantes del mundo, miradores que parecen detener el tiempo, sabores que solo existen aquí y calles que cuentan historias de fenicios, romanos y marineros que pasaron antes que tú.
Y para que no te pierdas nada, te hemos preparado un top de sitios imprescindibles en Mahón para que tu primera toma de contacto con la ciudad sea inolvidable. Prepárate: vistas, mar, historia y una copa de gin Xoriguer te están esperando.
1. El puerto de Mahón
Si te preguntas “qué sitios no me puedo perder en Mahón”, el gran Puerto de Mahón se lleva el primer puesto.
Y no es para menos.
Se trata de un puerto natural que se extiende por más de cinco kilómetros hacia el interior de la isla, lo que se traduce en ser uno de los puertos más grandes del mundo.
Eso sí, te recomendamos que vayas al paseo marítimo al atardecer: la luz baja, el agua toma otro tono, y la ciudad se ve diferente.
Puedes aparcar justo en algún parking cerca al muelle principal y luego ir caminando hacia el Casco Antiguo (es mucho más cómodo que intentar subir coche por calles estrechas).
Dos buenas opciones para comer en el puerto son Ca’n Nito La Marina, un clásico con más de un siglo de historia que ofrece cocina mediterránea y platos tradicionales menorquines, con un ambiente auténtico y muy ligado a la vida marinera , y El Rais, situado en el Moll de Llevant, con una terraza con vistas directas al puerto y una carta centrada en arroces y pescados frescos, ideal para disfrutar especialmente al atardecer.
2. La fortaleza de La Mola
Otro de esos lugares que deberías apuntarte es la Fortaleza de La Mola (también llamada de Isabel II).
Fue construida en el siglo XIX para proteger la isla y el puerto natural, y su tamaño y estado de conservación sorprenden.
Vas a poder ver un extremo más marítimo, menos “ciudad” y más “defensa histórica”.
El recorrido es mediante túneles, salas y murallas y pone en valor el contexto del pasado europeo y militar de Menorca.
Tienes que tener en cuenta que el paseo es con piedras y escaleras, lleva calzado cómodo.
Si quieres fotos chulas, ve al atardecer sin ninguna duda.
3. El casco antiguo de Mahón
Otra visita que responde a qué ver en Mahón es el casco antiguo.
Tienes que pasear por la calle Isabel II y ver las casas señoriales con balcones de madera, la Iglesia de Santa María y caminar hasta el Portal de Sant Roc, los restos medievales de la antigua muralla.
Para disfrutar de la comida típica, puedes acercarte a Es Llonguet Forn Artesà, una panadería-cafetería tradicional situada en la calle del Rosari donde elaboran dulces típicos menorquines como llonguets, ensaimadas y repostería artesanal, perfecta para desayunar o merendar algo muy local.
Para una comida auténtica dentro del casco histórico, puedes optar por los pequeños restaurantes tradicionales que sirven cocina menorquina, con platos caseros y ambiente local.
Otra opción interesante para probar postres más elaborados con toques de producto local es Cantina Menorca, donde suelen tener recetas como leche frita con miel de Menorca o tartas caseras.
Y si te apetece un café, 2Herbera Bakery en el casco antiguo es una muy buena elección, con una selección de pasteles artesanos y un ambiente bonito.
4. El Museo de Menorca
A veces también merece la pena hacer una pausa y escoger un plan más tranquilo.
Y los museos siempre son uno de los mejores planes.
Aquí vas a encontrar piezas arqueológicas, arte y etnografía sobre la evolución de la isla desde la prehistoria hasta hoy.
De esta manera no solo vas a ver murallas y puertos, sino que entenderás por qué están ahí, quién vivía y trabajaba, y qué transformaciones ha tenido Menorca.
Te recomendamos que revises los horarios con antelación (a veces cierran los lunes).
5. Los miradores
Mahón es una ciudad para mirar despacio. Y sus miradores son, quizá, la forma más bonita de entender su mezcla de mar, historia y vida local.
El Mirador de Ses Monges y el Mirador de Sa Plaça son dos clásicos para ver la ciudad desde arriba, con el puerto extendiéndose como una postal viva. Pero no te quedes solo con ellos.
Súbete también al Mirador del Pont des Castell, desde donde tendrás una vista privilegiada del puerto y de parte del casco antiguo. Al caer la tarde, la luz aquí se vuelve casi dorada.
Otro punto imprescindible es el Mirador del Carmen, cerca del convento, perfecto para observar cómo los barcos van entrando y saliendo mientras la ciudad se mueve a otro ritmo.
Si buscas una panorámica más amplia, acércate al Mirador de Cala Figuera, donde la mezcla de naturaleza y mar te da una versión más tranquila y abierta del puerto de Mahón. Ideal para desconectar un momento.
Y para quienes quieren una vista aún menos convencional, el Mirador de Sant Francesc ofrece una perspectiva más local, con calles estrechas, casas tradicionales y un ángulo distinto del entramado urbano.
6. Isla del Rey
La Isla del Rey, en pleno corazón del puerto de Mahón, es uno de esos rincones que sorprenden más de lo que uno espera. Vista desde lejos parece un pequeño triángulo verde en mitad del agua, pero en cuanto pones un pie en ella entiendes por qué ocupa un lugar tan importante en la historia de Menorca.
Aquí desembarcó el rey Alfonso III en 1287 para poner fin al dominio musulmán en la isla, un hecho que marcó para siempre el rumbo del territorio. Ese pasado sigue muy presente cuando caminas por el islote, sobre todo al visitar el antiguo hospital militar construido por los británicos en el siglo XVIII. El edificio, hoy en ruinas y restauración parcial, impresiona tanto por su tamaño como por las historias que encierra entre sus muros.
Muy cerca de allí encontrarás también los restos de una basílica paleocristiana del siglo VI, un vestigio aún más antiguo que recuerda que este lugar ha sido habitado, protegido y venerado durante siglos.
Para llegar, solo tienes que subir a uno de los barcos que cruzan el puerto, como los de Yellow Catamarans. Es un trayecto corto, bonito y perfecto para disfrutar de Mahón desde otra perspectiva.
Si te gusta la historia, los lugares auténticos y los rincones que cuentan más de lo que enseñan, la Isla del Rey te va a encantar.
Tu momento de reservar y vivir Mahón sin prisas
Si ya te estás imaginando paseando por el puerto, viendo el atardecer desde un mirador o probando una caldereta frente al mar… no lo dejes para después.
Mahón es un destino que se disfruta mejor cuando tienes un “cuartel general” cómodo, bien ubicado y listo para que vuelvas a descansar después de cada plan.
Reserva tu alojamiento con antelación y asegúrate de vivir la ciudad a tu ritmo, sin prisas, sin complicaciones y con todo lo que te apetece a un paso.
Estamos aquí para ayudarte a encontrar el lugar perfecto para tu estancia.